Elogio de la locura
O
Todo abismo tiene un resquicio.
Lo tiene la luz y lo tienen tus ojos
Bien pues en ese agujero común de la ausencia
Surgieron de mi mente las más oscuras y siniestras pesadillas
Mientras,
tu voz a lo lejos redimía al verbo en carne viva
Y No es que yo me haya propuesto ser un enfermo incurable
Tampoco lo deseo
Pero es tan fina la brecha de la cordura
Que no se si habito dentro
O me encuentro fuera de ella.
“Elogio de la locura”
I
Tras la apariencia de lo real
lo infernal
y ante los ojos de unos pocos
lo excepcional.
Así surge el milagro
Así se muestra
Siempre en camino
a media sombra
de una senda invisible
entre humos densos
extintos y dañinos
del negro infierno
subiendo impasible
hasta la boca azul
del indomable cielo
II
Perdida la esperanza
de una vida sin cordura
Mi mente y mis deseos
se quiebran y deshacen
cuando camino sin verte
por el largo de tus calles
III
En un cuerpo lleno de sangre
Bajo la cicatriz del cielo
Y sometido al fin del concierto
de la sinrazón que lleva
o más bien queda
cuando retorcidas mis venas
me llevan a estallar al fin
al darme cuenta
de lo que importa
en esta sociedad maldita
entonces sí me calmo
sí me calmo entonces
si pienso
si veo
si siento
que habito por un tiempo
de prestado
en un cuerpo
doliente y asustado
IV
¿La suerte?
No la oigo
Pero se que sus manos
esperan pacientes
Tras las dados de la muerte
V
No comprendo desde hace tiempo
El sentir de aquellos
Que como yo
Dicen pensar cuando hablan
¿Será que me habré vuelto loco?
O será…
que los locos son ellos.
VI
Mis pasos
En estas calles mojadas
me recuerdan
Que aun y por ahora
sigo vivo
sin tener una salida
aun y por ahora
sin tener una razón
VII
Los rayos del sol
están más cerca de mis manos.
Cada día
En Dulce
Miel
Ambrosía
arde la llama
de una vida prohibida
VIII
Perspectivas inciertas
De un mundo sordo y cambiante
Para aquellos no nacidos
Una delicia
Para los que estamos vivos
Una oportunidad casi vencida
Y Para los ya fallecidos
Una batalla perdida
IX
El camino que hago de día
muda de piel cada noche
mientras
las hadas
con sus dedos
sobre el lienzo de los sueños
perfilan
pintan
y dibujan
aquel calor que falta
cuando mi ojos hablan
con la luz de la mañana
X
Alto! que el mundo se detenga.
Llevo un mensaje de esperanza
Para los corazones despiertos
¡Que nadie hable todavía!
Aun tengo que deciros algo
Pero despacio, no corráis...
Aun es pronto todavía
dejad que la primavera pase
y que pase también el invierno
dejad por un momento de preocuparos
no importa, nada importa
solo el presente que es ahora
cógelo
áselo firme con tus manos
y ya verás que sin esfuerzo
todo llega y sin premura
todo pasa
XI
No necesito a nadie
para encontrar
El camino de regreso
A la isla común de la cordura
Pues como aquel perro
vagabundo en una esquina
me lamo yo solo las heridas
que ya vendrán después
también solos
la muerte el ataúd
y el silencio mal educado
de mi ausencia
el día fatal en que yo muera
XII
Apocalipsis, sueños rotos, mansedumbre
Todo es echo en mil pedazos
Y aun así la ternura, el calor, Y los placeres dispersos
Hacen de esta vida del hombre
En otra noche perdida
El altar de un nuevo día
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